Hoy vamos a hablar sobre una isla muy poco conocida, con una belleza incomparable. Se trata de la isla de Corvo, la más pequeña y remota de las Azores, en Portugal. Corvo es una isla totalmente aislada en donde podemos encontrar dos cráteres inmensos que forman dos lagunas verdosas, un lugar especial para los amantes de las aves y la gastronomía, ya que es conocida principalmente por sus quesos artesanales, el pan de maíz y las tartas hechas con hierba de rock. Hoy te contamos un poco más sobre ella.
Esta isla fue originada por un único volcán que en estos momentos se encuentra inactivo. Podemos llegar a ella a través de dos medios, en una lancha motora a saliendo desde su vecina la isla Flores, un viaje de una hora aproximadamente, o en avión. La isla tiene un pequeño aeropuerto con una pista de 850 metros, podemos llegar en los aviones que cubren las rutas Inter-insulares a Corvo desde Flores o Faial.
Una de las visitas obligadas en este lugar es “El Caldeirão”, uno de los cráteres, con 3.5 km de circunferencia. Este volcan no está activo hace mucho tiempo y en su zona más alta llega alcanzar el punto de mayor altura de la isla, los 718 metros del Morro dos Homens. El crater tiene una profundidad de 300 metros y sus vertientes son muy empinadas, solamente en la zona sur en donde hay una ligera ondulación se pueden cultivar vegetales y el ganado puede pastar. En cuanto al litoral, esta es una zona muy rocosa con rocas que forman bahías naturales, que al mismo tiempo son una verdadera trampa para las embarcaciones.
La isla tiene aproximadamente 400 habitantes y su principal ingreso viene de la agricultura y la ganadería siendo la producción de queso la que lidera la lista. Los habitantes de la isla se caracterizan por ser muy amistosos y amables. El único inconveniente que podemos tener es que al estar muy alejada del resto de la sociedad, la isla tiene su propio dialecto, salpicado de palabras de Portugués antiguo.
Corvo es realmente un lugar hermoso en donde podemos pasar unas bonitas vacaciones. Además del volcán, también hay otras atracciones, como sus molinos, que ahora han sido convertidos en museo etnográfico. Otros puntos de interés en Corvo son el Pico de Joro de Moura, el Faro de la Ponta da Carneira, el Morro dos Homens y los acantilados de la Ponta Norte, que pasa por ser el punto más septentrional de las Azores, en la costa occidental. Por último, para terminar el día podemos pasar por el bar Com Vento a tomar una copa. Esta es una antigua casa rectoral cuyo símbolo es una monja con el hábito levantado por el viento.
Sin duda un lugar que vale la pena visitar, ¿no crees?