Hoy vamos a viajar a Irán, pero no a cualquier lugar, sino que vamos a adentrarnos a su desierto árido en donde encontraremos en el medio un oasis absolutamente increíble. Estamos hablando sobre el desierto de Dasht-e-Kavir, en el corazón de Irán y en mitad del trazado principal de la Ruta de la Seda, en su día la mayor ruta comercial entre China y Europa. El lugar que nos dirigimos se caracteriza por sus casas de barro y palmeras, anclado aún en tiempos pasados, estamos hablando sobre Garmeh, hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre este lugar.
Garmeh es en realidad un pequeño manantial que nace en las colindantes montañas, el mismo está ubicado dentro de una pequeña cueva al pie de la misma, y en el estanque que se forma allí mismo nadan una descomunal cantidad de peces. Sus aguas están dirigidas a través de canales hacia los huertos de palmeras donde crecen los dátiles, uno de los elementos fundamentales de la dieta en este lugar. Si te interesa conocer el pueblo te contamos también que la mayoría de los edificios que allí hay son de barro y están derruidos recientemente renovados. Por tanto, es un lugar arquitectónicamente espectacular, pues el interior de estas casas de barro conserva un estilo genuino y acogedor de características únicas.
Las casas están diseñadas para soportar el calor del estío, desde los gruesos muros de barro que creaban efecto frigorífico, hasta habitaciones prácticamente enterradas bajo tierra buscando el frescor del subsuelo. Entre las actividades que podemos realizar en este lugar se destacan, visitar las dunas del desierto o el lago de sal cercano, de 1.800 kilómetros cuadrados, formado por vistosas costras de sal con forma de mosaico. Por último, también podemos pasear por el oasis y subir a la montaña que domina el poblado, obteniendo vistas del oasis en toda su longitud, de casi un kilómetro, y el pueblo y el desierto al fondo.
Sin duda es un lugar increíble para vacacionar, si te interesa conocer más sobre el no te pierdas la próxima nota en donde te contamos.