1. Gente.
A pesar de que somos prácticamente siete mil millones de personas en todo el mundo, el Gran Cañón del Colorado es tan gigantesco que en una de sus secciones podría albergar a toda la humanidad (eso sí, muy juntita, en plan concierto multitudinario y melé de Rugby
2. Basura
No sabemos si don Pedro de Tovar o alguno de sus doce acompañantes tiró basura en 1540, pero actualmente sí lo hacemos. Con todo, si el Cañón del Colorado fuera el basurero de Estados Unidos, y allí se vertieran todos los residuos que genera el país, harían falta 27.800 años para llenarlo de basura. A pesar de que tenemos mucho margen, no deberíamos tirar basura en este lugar tan especial a nivel geológico y paisajístico, como ya en 1903 señaló el presidente Theodore Roosevelt:
Los siglos lo han trabajado y el hombre sólo puede estropearlo. Lo que podemos hacer es conservarlo para nuestros hijos, para los hijos de nuestros hijos, y para todos los que lleguen después de nosotros.
3. Agua
El lago Baikal, en Rusia, contiene la mayor reserva mundial de agua dulce del mundo. Concretamente el 20% del agua dulce no congelada del mundo. Con cinco cañones del Colorado podríamos dar cabida al lago Baikal. Y es que el Gran Cañón del Colorado recorre 450 km del estado de Arizona, tiene hasta 1,6 km de profunidad y 16 km de anchura. Según el Servicio Estadounidense de Parques Nacionales, el volumen del Cañón del Colorado es de 4,17 billones de metros cúbicos.
4. Antigüedad
Cuando contemplamos el Gran Cañón del Colorado estamos contemplando millones de años de historia, tal y como explica Joel Levy en su libro 100 analogías científicas al hablar del río Colorado, que discurre por su fondo:
El río Colorado ha esculpido el cañón a medida que la tierra se iba levantando a lo largo de los últimos 6 millones de años, pero al hacerlo ha expuesto algunos de los estratos de roca más antiguos de la Tierra, que abarcan, comenzando hace 2.000 millones de años, cuatro de las eras geológicas fundamentales del planeta, desde el Precámbrico tardío hasta el Cenozoico pasando por el Plaeozoico y el Mesozoico.
5. No es el más de todo
A pesar de que su espectacularidad es indiscutible, este dato sirve para poner las cosas en su sitio: el Gran Cañón del Colorado no es el más grande del mundo. El cañón más profundo de la Tierra es el Gran Cañón de Yarlung, en la esquina sur-este del Tíbet: es un poco más largo (496 kilómetros) y tiene 5,3 kilómetros desde el borde hasta el lecho del río; 3,7 kilómetros más que el Gran Cañón. En 1994, el Comité de Geográfico de América, al saber de su existencia, nombró a este accidente geográfico como “El Más Grandioso Cañón de la Tierra“, arrebatándole el honor al Gran Cañón del Colorado.