Hoy os proponemos un recorrido diferente fuera de nuestras fronteras y a tierras que incluso hoy en día, a pesar de todo lo que nos han acercado los medios de comunicación y la globalización en general, nos sigue pareciendo exótico. Nos referimos a una ciudad de Rusia que lleva el nombre de Zlatoust, la cual pertenece del Óblast de Cheliábinsk, en la cuenca del río Kama, a unos 160 kilómetros de Cheliábinsk.
Lo que nos trae a este lugar es su gran encanto en lo que respecta a lo histórico, ya que por un lado ofrece al mundo asombrosas colecciones y producción tanto de armas como de relojes no vistos en ningún otro lugar del mundo; y por otro lado, fue el lugar donde vio sus primeros pasos Anatoly Karpov, uno de los mejores jugadores de ajedréz de todos los tiempos. Para aquellos que sean coleccionistas empedernidos y que no les importa viajar unos cuantos miles de kilómetros por esta afición, os invitamos a Zlatoust que dista bastante de la capital rusa, Moscú. Es uno de esos tantos lugares perdidos en el mapa que no muchas personas conocen.
Aunque no lo creáis, el estilo de esta pequeña ciudad tiene mucho que ver con ciudades españolas como Toledo, pero con un aire de Selva Negra. La principal actividad de la región es el grabado y fundición de armas blancas, tales como espadas, entre otras. De esta manufactura tiene como resultado las diferentes series que se presentan a modo de colecciones privadas y muchas veces son utilizadas como obsequios oficiales de las principales instituciones públicas rusas.
Además, Zlatoust es sede de varios talleres artesanales que se especializan en la realización de relojes muy sofisticados de Alta relojería. Como perfectas piezas decorativas, se presentan relojes de estilo clásico de mesa, algunos de pie y por supuesto, de muñeca, que aparecen como piezas de colección. Los relojes de esta ciudad tienen fama mundial y suelen encontrarse en estancias de la realeza de diferentes sectores del mundo. Si no viajáis a Zlatoust, al menos ya sabéis que existe en el mundo un lugar asombroso que se conserva intacto en el tiempo.
Esperamos vuestros comentarios y opiniones sobre Zlatoust y si algún día podéis visitarla, contadnos vuestra experiencia.