Checkpoint Charlie: Un museo para no perdérselo

Sin lugar a dudas, el museo Checkpoint Charlie tiene historia en sí mismo, más allá de las funcionalidades que hoy en día pueda tener. Y es que este punto era precisamente el «check point», es decir el paso fronterizo de una Alemania a otra, cuando esta se encontraba dividida en tiempos de la Guerra Fría. Este era el sitio por el cual se podía cruzar el Muro de Berlín, siendo actualmente una de las paradas obligadas para quienes decidan visitar estas tierras. El nombre formal es Museum Haus Am Checkpoint Charlie y se erigió como tal cuando comenzó con la exposición de una colección de artículos hacia solo un lado de la frontera, pero en el año 1962 pasó a ocupar todo el territorio que ocupa en la actualidad.

Rainer Hildebrandt fue su gran fundador y hasta su muerte se encargó de dirigirlo, concibiéndolo en su momento como una ‘isla de ibertad’, limitando con el sitio al que un gran número de personas deseaba acceder. Después del paso de los años y tras la caída del Muro el Checkpoint Charlie adquirió más espacio propio, reuniéndose cada vez más salas que promueven la reflexión y la relectura de una época muy importante a nivel mundial.

Dentro del recinto podrás realizar un recorrido histórico por la Guerra Fría, la construcción del Muro y cómo lo vivió el país en su momento, para poder repensar esa historia que se lee de muy diversas formas por las personas. Una época que en gran medida estuvo signada por el dolor es revivida en algunos metros cuadrados y a través de objetos representativos. Sin duda, una de las colecciones más importantes que posee el Checkpoint Charlie es la que posee objetos de las familias que intentó cruzar el cruento Muro. Las situaciones más al límite que podáis imaginar están plasmadas en este museo.

Entre otros de los artículos que también se pueden apreciar allí se encuentran los registros de los intentos más insólitos por cruzar de un lado a otro: subterráneos, con mini submarinos, dentro de cajas, del maletero del coche o de un carro de compras. Las opciones eran infinitas y ello puede apreciarse a través de fotografías, historias, maquetas, intentos a bordo de un globo. De cada una de estas cosas existen originales y reproducciones de los elementos que sirvieron para cada caso.

Debido a la consigna que estipulaba el propio fundador de «isla de libertad», cada exposición que se realiza procura fomentar la paz e impulsar el respeto a los derechos humanos. Las tres constantes que están presentes a lo largo y ancho de todo el museo es la figura de Ghandi y todo lo que su lucha simbolizó. Podemos decir que este es un establecimiento completo, por el cual podrás perderte horas reviviendo parte de la historia y adquiriendo un punto de vista propio sobre los hechos.

Algunas de las piezas que forman parte de la ambientación del lugar son enormes carteles que cubren por completo las paredes, en los cuales se muestran relatos históricos, además de las imágenes y otros objetos situados en los rincones de las salas. Si visitas Berlín, puedes acceder al Checkpoint Charlie todos los días de 9 a 22 horas. Espermos que podáis realizar algún viaje hacia aquí y comentéis qué os ha parecido.

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