Visitamos las catacumbas en París

Hoy vamos a hacer un viaje muy particular, vamos a viajar hacia una zona de París, Francia que no es del todo conocida, se trata de un mundo diferente, totalmente oscuro y siniestro. El lugar lleva como nombre Les carrières de Paris, aunque se las conoce más popularmente como las Catacumbas de París. Las mismas llevan bajo el suelo miles de años, en este lugar existían multitud de minas de piedra caliza, unos 300 kilómetros de extensión, sin embargo, en 1786 se decidió darles un nuevo uso y terminó por convertirse en un cementerio.

La ciudad estaba llena de restos mortales que causaban muchos problemas de higiene, por lo que en la noche se los trasladó hacia este lugar, el mismo se convirtió en una especie de almacén de cadáveres. A lo largo de los años se siguieron moviendo huesos y esqueletos completos hacia las catacumbas, por lo que la misma contiene más de seis millones de restos mortales.
Las catacumbas son un lugar muy interesante lleno de historia, aunque, no apto para claustrofóbicos. Cuando entramos debemos bajar por una escalera muy larga que nos conduce a un pasillo oscuro, al final del mismo nos encontramos con un cartel que dice: Arrète! C’est ici l’empire de la mort (¡Detente! Aquí está el imperio de la muerte). Después de haber pasado el mismo accedemos a un sistema de túneles muy complicado, pasando por estrechos pasillos y habitaciones subterráneas que están llenas de huesos acumulados. Destacamos que, si bien las catacumbas abarcan cientos de kilómetros, solamente está permitido visitar unos cuantos de ellos.

Al comienzo los huesos eran colocados sin ningún sentido, más adelante el director decidió organizarlos para que estuvieran más ordenados. Por tanto, se agruparon los huesos más largos junto con las calaveras formando muros que llegaban a alcanzar los 30 metros de espesor. En algunas ocasiones se colocaban los cráneos en forma de cruz o imitando algún motivo religioso. Además, en algunas paredes hay citas literarias que nos indican de dónde proceden los huesos, se trata de un espectáculo terrorífico y bello al mismo tiempo.

El recorrido es de aproximadamente una hora y media, por lo que es importante que vayamos cómodos, también debemos llevar una lámpara o linterna y alguna botella de agua. Es importante que no nos separemos del guía y no nos aventuremos solos, además de que esto está penado con una multa de 60 euros. Ya ha sucedido que aventureros deciden recorrer el lugar por su cuenta y terminan perdiéndose en los túneles intrincados.

Por último, para poder llegar a las catacumbas te contamos que las mismas están en la Avenue du Colonel Henri Rol-Tanguy, número 1. Podemos llegar a través de las líneas 4 y 6 del metro o la línea B del RER, en ambos casos hasta llegar a Deufert-Rochereau. Otra posibilidad es desplazarnos hasta el lugar en las líneas 38 y 68 del autobús. Los precios son:
– Adultos: 8 euros.
– Jóvenes entre 14 y 26 años: 4 euros.
– Personas de más de 60 años: 6 euros.
– Menores de 13 años: entrada gratuita.

El lugar abre de martes a domingo de 10 a 17 horas, aunque la taquilla cierra a las 16 horas, por lo que la última entrada será a esta hora. Esto era todo lo que teníamos para compartir hoy, ¿qué piensas de este lugar tan siniestro? ¿Te gustaría visitarlo en tus vacaciones?

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