El Arco de Triunfo
«Volveréis a casa bajo arcos triunfales», esto es lo que les dijo Napoleón a sus soldados tras su victoria en la Batalla de Austerlitz en 1805. Así es como, con el espíritu de esta promesa, se concibe la construcción del arco más conocido del mundo: El «Arc de Triomphe» o Arco de Triunfo de París, ubicado en la plaza Charles de Gaulle al oeste de la avenida Champs-Élysées.
La Torre Eiffel
Una de las maravillas del mundo moderno, la Torre Eiffel es el símbolo inconfundible de París. Diseñada por Gustave Eiffel para la Exposición universal de 1889, medía originalmente 300 metros ampliados posteriormente a 325 metros tras la incorporación de una antena. Durante 40 años fue la estructura más elevada del mundo hasta que la superó el neoyorquino edificio Chrysler, en 1930. A punto de ser demolida en 1900, el ejercito la salvó al considerarla lugar privilegiado para realizar transmisiones de radio. Actualmente es la emisora de diversos programas radiofónicos y televisivos
Notre Dame
Es por la Virgen María que la célebre catedral parisina recibe su nombre: Notre Dame (nuestra señora en francés). Conocida internacionalmente por ser una de las catedrales góticas más antiguas y por ser el escenario de una de las obras de Víctor Hugo, Nuestra Señora de París, más conocida como El Jorobado de Notre Dame, se encuentra en la pequeña Isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena.
El Museo del Louvre
Diversos tesoros culturales, obras artísticas que destacan por su belleza y singularidad, como La Gioconda de Leonardo Da Vinci, aguardan tras las puertas de uno de los museos más importantes e impresionantes del mundo: el Museo del Louvre. Dedicado al arte pre-impresionista, el Louvre abrió al público en 1793, hecho destacado dentro de la historia de los museos por tratarse del traspaso de las colecciones privadas de las clases dirigentes a las galerías de propiedad pública.