No hay ninguna tradición para cuando a los niños se les caen los dientes.
Casi la mitad de los alemanes dominan el inglés, mientras que el francés sólo lo habla bien el tres por ciento de ellos.
La mayoría de los alemanes toma con mucha seriedad los problemas del medio ambiente. En todos los pueblos y ciudades se ven cubos para el reciclaje público. Esta postura también se refleja en la filosofía del Partido Verde, que es un partido político que hace hincapié en los asuntos ambientales.
La Liga Hanseática fue establecida en el norte de Alemania en el siglo XIV por empresas comerciales con el fin de combatir la piratería en los mares del Norte y Báltico. Bremen, Hamburgo y Lübeck aún se conocen como ciudades hanseáticas.
Los alemanes aprecian la puntualidad. Si se invita a alguien a cenar a las veinte horas (8:00 p.m.), la persona llega a esa hora, mientras en Canadá se considera de buena educación llegar unos minutos después de la hora.
Los alemanes usan el anillo de compromiso en la mano derecha y no en la izquierda como acostumbran los canadienses.
En Alemania aún se ven los deshollinadores vestidos con su tradicional traje negro y sombrero de copa del mismo color.
Los alemanes han tenido un papel muy importante en el mundo de la moda y el diseño, no sólo gracias a diseñadores como Hugo Boss, Karl Lagerfeld, Wolfgang Joop y Jil Sander, sino también por el trabajo del fotógrafo Helmut Newton y la modelo Claudia Schiffer.
Michael Schumacher, piloto alemán de la escudería Ferrari, revivió el interés por las carreras de Fórmula Uno al ganar siete veces el Campeonato Mundial de Pilotos.
Los romanos fueron los primeros en disfrutar las aguas termales alemanas. Construyeron baños en los que la gente se curaba de artritis y reumatismo. Estos baños aún se utilizan en pueblos como Trier y Baden Baden.
La ciudad de Göttingen es la sede del Instituto Max Planck, cuyo nombre es en honor a este hombre que fue el inventor de la teoría cuántica y quien vivió en esa localidad.
Los jardines cerveceros datan de la Edad Media, desde que los cerveceros plantaban castaños para que dieran sombra a la cerveza.
El libro impreso de la época moderna fue inventado en Maguncia, Alemania, en el siglo XV por Juan Gutenberg, quien creó una imprenta que utilizaba tipos de metal móviles.
En 1632, los aldeanos de Oberammergau, en la región bávara, hicieron la promesa de hacer una representación teatral de la Pasión si su aldea se salvaba de la peste que estaba matando a muchos europeos. Ninguno de ellos murió a consecuencia de la peste y desde entonces los aldeanos han presentado la obra cada diez años. Casi todos los habitantes de la aldea toman parte en la representación.
Se cree que la tradición del árbol navideño se originó en Alemania en el siglo XVII. En Alemania se acostumbra decorar el árbol con velas de verdad.
El rey Ludwig gobernó en la región de Baviera desde 1864 hasta 1886 y durante su reinado tenía muchos hermosos castillos de ensueño construidos por todo ese territorio. El monarca se gastó cantidades exorbitantes de dinero para construirlos y por esa razón sus súbditos le decían el “loco” rey Ludwig. En la actualidad sus castillos son visitados por millones de turistas.
Cuando una persona cumple años, uno de sus familiares se levanta al amanecer y enciende las velas en un pastel. Al pastel se le pone una cantidad de velas equivalente a la edad que cumple la persona y se agrega una para buena suerte. Las velas se dejan encendidas todo el día, y después de la cena todos cantan la canción de cumpleaños y el festejado sopla las velas. Si la persona logra apagar todas las velas en un solo intento entonces su deseo se hará realidad. Luego se abren los regalos y comienza la fiesta.
En Alemania, si los hombres llegan a la edad de treinta años, y todavía no tienen novia, tienen que barrer las escaleras del ayuntamiento (municipalidad). Todos sus amigos tiran basura en las escaleras y cuando el tipo termina de barrer tiran más. De esta forma, todas las chicas pueden darse cuenta de que el individuo ha alcanzado la edad de treinta años y aún no tiene novia (¡y que puede limpiar la casa muy bien!).