Un viaje a través del tiempo, la ciudad de Brujas

Existen ciudades que nos atraen por sus adelantos tecnológicos que parecen traídas del futuro y también están aquellas en donde sucede exactamente lo contrario. Hoy vamos a hablar sobre una que entra en esta última categoría, se trata de la ciudad de Brujas en Bélgica, una ciudad medieval que parece sacada de un cuento de hadas. Te contamos todo lo que necesitas saber para viajar a este fantástico lugar.

La ciudad belga es la capital de la provincia de Flandes Occidental, situada en el extremo noroeste de Bélgica a 90 kilómetros de la capital Bruselas. Si bien la lengua oficial es el neerlandés, los habitantes suelen ser políglotas por lo que no es nada extraño encontrarse a gente que hable francés, alemán y sobre todo inglés. Bélgica pertenece a la Unión Econímuca Europea, por tanto su moneda oficial es el euro, el clima es templado con veranos suaves e inviernos templados. Las mejores épocas para viajar son: en diciembre, para poder disfrutar de los mercadillos de navidad con precios muy bajos, y en los meses de junio y septiembre.

Brujas suele ser apodada «Venecia del Norte», un nombre muy adecuado, ya que es una ciudad con muchos canales románticos que se roba los corazones de los turistas. Allí hay muchos lugares increíbles para visitar, te contamos sobre algunos de los principales.

Si viajas a Brujas no puedes dejar de visitar la Iglesia de Nuestra Señora, uno de los monumentos más importantes y visitados. La misma fue reconstruida dos veces, primero en el siglo XII con un estilo romántico, y más tarde en el siglo XIII en donde se le dio un estilo más gótico, con una torre de ladrillos que destaca por sus 122 metros de altura.

Brujas también se destaca por sus dos grandes plazas, centros históricos muy importantes, las mismas son: la Burg y la Markt. En la segunda se encuentra la Torre del Campanario o Belfry, de 82 metros de altura, con 47 campanas. Esta permitido subir a la cima para disfrutar de los paisajes, aunque, es un paseo que requiere esfuerzo, ya que tiene 366 escalones.

Por otro lado, en la plaza Burg también hay un campanario 108 metros coronado por un potente carrillón. En el centro de la plaza hay además dos monumentos muy conocidos, Jan Breydel y Pieter de Coninch, héroes del siglo XIV. Si pasamos por este lugar también podemos hacer una parada en otros monumentos góticos como la Catedral de San Salvador (siglos XIII y XIV), el hospital de San Juan (siglo XII), el Hotel de Ville, el ayuntamiento más antiguo, del siglo XIV, y la Iglesia de la Santa Sangre.

El último lugar forma parte de una costumbre que atrae mucho turismo, según la tradición esta iglesia guarda “la sangre de Cristo” de aquí su nombre. Para recordar este hecho se realiza una procesión en donde las personas se visten con trajes religiosos y se evocan episodios históricos y bíblicos.

Si deseas visitar museos, entonces no puedes pasar por alto los museos Groeninge y Memling, también se puede apreciar arte flamenco en Van Eyck, Van der Weyden, Bosch y Hans Memling.

Por último, en cuanto a la gastronomía del lugar, en Brujas podemos encontrar un gran número de restaurantes, entre los principales se destacan De Snippe, Manoir Stuivenberg, Pandreitje y De Lotteburg. Un plato típico del lugar son los choritos al vapor acompañados de patatas fritas (Mosselen met Frieten) o los tomates rellenos con camarones (Tomaat met Garnalen). Como postre es esencia pedir algo con chocolate, una de las delicias del lugar. Hay muchas tiendas en donde puedes comprar cajitas con una selección de chocolates, una experiencia deliciosa que le dará un poco de sabor a Brujas.

Estos son algunos de los principales datos que debes conocer sobre la ciudad, aunque, Brujas tiene una riqueza tan amplia que es difícil abarcarla en una sola nota, si te interesa, te seguimos contando un poco más la semana que viene, ¡no te lo pierdas!

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