Sikandra y su mausoleo de Akbar, “el Grande”

Tal vez pensaréis que últimamente nos hemos empecinado un poco con diferentes destinos en India, ideales para unas buenas vacaciones totalmente diferentes. Lo cierto es que no salimos del asombro con lo maravillosas que son estas tierras, a la vez que tienen y perpetúan ese halo de sagrado y místico. Con solo ver las construcciones edificadas en distintas ciudades de India se puede apreciar esa misticidad perfectamente, y con solo contemplar nos vemos invadidos por una especie de energía que nos conecta con nuestro interior.

Por todo esto y por su riqueza paisajística entre otros aspectos hoy os traemos uno de los grandes monumentos que ese país posee, ubicado hacia el norte de India. Nos referimos al mausoleo de Akbar, el cual se ubica en Agra, pero concretamente en una de sus más pequeñas localidades: en Sikandra, una localidad ubicada a escasos doce kilómetros de los que es la majestuosa ciudad del Taj Majal.

Muchos de vosotros tal vez ni siquiera sepáis quién fue Akbar el Grande; pues bien, os comentamos que fue probablemente el mayor de los emperadores mogoles. Fue gobernante del Imperio mogol desde el año 1556 hasta el año 1605. Por ser el más importante de este imperio, existe un mausoleo donde se perpetua a este emperador, que en sus casi cincuenta años de mandato mandó a construir edificios señoriales que aún se conservan.

Cabe destacar que este mausoleo se encuentra en la localidad de Sikandra porque fue precisamente desde allí que Akbar el Grande gobernó, e incluso él mismo planificó cómo sería su propio mausoleo, donde yacería su tumba. Como podéis ver en las fotos, rodeando esta majestuosa edificación se encuentran amplios jardines donde se pueden apreciar ciervos correteando por ahí y también se pueden avistar simpáticos monos que conviven con total armonía y naturalidad unos con otros. En lo que respecta a su fachada, los predominantes son los tonos en rojo, además de sus espectaculares decoraciones de mármol blanco, principalmente en el techo de la fachada.

Este mausoleo combina las tradicionales tendencias arquitectónicas tanto hindúes propiamente, así como algunos detalles árabes y con características budistas. A partir de la costrucción, el mausoleo se hace eco de las propias convicciones que Akbar el Grande tuvo en vida, esto era, entre otras premisas, la libertad de culto, integrando, por ejemplo, algunas de las creencias islámicas. Así entonces esto puede verse reflejado desde el punto de vista de su arquitectura.

Tras un amplio y largo pasillo, podemos encontrar el cenotafio de este emperador es un espacio que está totalmente libre de cualquier tipo de decorado, yendo un poco en contra de lo que es el resto de lujo del palacio. Nos parece espectacular este mausoleo y lo consideramos otro de los destinos de la lista que incluye los lugares que sí o sí hay que visitar al menos una vez en la vida.

Esperamos que vosotros también lo pongáis en vuestras listas y que en algún momento lo podáis visitar. ¿Qué os ha parecido? Como siempre, aguardamos vuestras opiniones y vuestras experiencias de viaje, ya sea de este o de cualquier otro que queráis compartir con nosotros.