Seguimos con las propuestas de viajes para adentrarnos en otra de las culturas que el mundo posee y que a pesar de haberse extinto, aún queda latente su presencia, principalmente porque todavía se conservan distintas edificaciones hechas en su época de existencia. Es así que nos trasladamos a lo que actualmente se conoce como una localidad de Perú, pero que antaño constituía la capital del Imperio Inca: la ciudad de Cuzco. Hoy en día, esta se ha convertido en un museo abierto, en el cual se exhibe piezas que datan del período pre-colombino y aún está erigido una de las más notables obras edilicias de ese período, es decir, el Templo del Sol.
El Templo del Sol, el cual rinde culto al grand dios Inca, el sol (Inti), era denominado por los propios incas como Qorikancha, siendo este uno de los más emblemáticos de las ruinas. Para quienes tengan una idea de cómo es la zona de Cuzco, os comentamos que está muy cerca de la Plaza de Armas, por la Avenida del Sol, la cual desemboca en el gran monumento a Pachacútec, otro de los relevantes emblemas de la ciudad.
A pesar de que allí se conserva el Qorikancha, no es lo primero a lo que se accede, ya que sobre su estructura está stuado el Convento de Santo Domingo, por lo cual no es posible verlo a simple vista, sino hasta que se ingresa al convento. La creación de conventos e iglesias sobre antiguos templos era una práctica común en el siglo XVI en adelante, época en la cual la conquista española intentaba predicar la fe cristiana a quienes aún no la hubieran interiorizado.
Durante el período incaico, el Templo del Sol era el lugar más importante en el que se rendía culto al dios Inti, siendo en una primera instancia conocido como Inti Kancha. El término Qorikancha refiere a que el recinto estaba precisamente consagrado para este dios, además de a otros, también procedentes del ámbito cosmológico, como ser las estrellas y la luna.
Parece ser que parte de las paredes del establecimiento era cubierta por planchas de oro sólido que en el tiempo de la conquista fue saqueada por completo, por parte de los españoles, en la etapa previa a la construcción del convento de Santo Domingo.
Sin lugar a dudas, si ya habéis viajado a Perú, esta es una parada obligada de vuestro recorrido, no podéis abandonar el Perú sin antes visitar Cuzco y sus más grandes emblemas. Recordemos que Cuzco era la capital del Tahuantinsuyo y sigue siendo considerada capital histórica.
Para visitar el museo al aire libre del templo Qorikancha debéis pagar aparte, ya que este paseo no viene incluído en el billete turístico. Asimismo, merece la pena conocer parte de la vida y cultura pre-colombina, sin lugar a dudas una joya de la historia y arquitectura. ¿Qué os parece este destino? Esperamos que podáis conocer Cuzco y toda su espectacularidad y después que nos contéis vuestra experiencia.