Continuando con el recorrido por los castillos de Europa, destinos que deben estar en tu próxima ruta de viaje, os presentamos uno de los hermosos establecimientos, ubicado en Italia. Se trata del Castillo de Miramar, el cual se encuentra en la costa adyacente a Trieste, sobre una superficie que alcanza las 22 hectáreas.
Haciendo un poco de historia, debemos señalar que este recinto fue construido en el siglo XIX, por lo que es un poco más nuevo de otros que os hemos presentado con anterioridad. Se erigió este castillo por la voluntad del archiduque Maximiliano de Habsburgo, al cual quería destinar para compartir con su esposa, la princesa Carlota de Bélgica.
En este mismo lugar, una comisión de mexicanos que apoyaban a la monarquía en su país, integrada por José María Gutiérrez de Estrada, Juan Nepomuceno Almonte y Miguel Miramón, mientras se transitaba la segunda mitad del siglo XIX ofreció al archiduque de los Habsburgo que ocupase el trono de México, el día 3 de octubre de 1863.
Geográficamente, el Castillo de Miramar se ubica a unos pocos kilómetros hacia el norte de la ciudad de Trieste. El encargado de diseñar esta estupenda obra maestra de la arquitectura fue Carl Junker, de Viena, entre los años 1856 y 1860. Uno de los principales atractivos que posee el establecimiento es el inmenso parque que lo rodea. Allí, se sitúa el llamado «Castelleto», el cual es un palacete que en su momento fue la casa que albergaba al matrimonio real, mientras se procedía a la construcción del gran castillo. Posteriormente, este palacete contó una muy trágica historia, ya que cuando falleció el archiduque, tras ser fusilado en México, Carlota perdió la razón y ese fue el lugar donde era encerrada de forma temporal.
Pasando al interior de este castillo, vemos que se divide en diferentes secciones. Por un lado, en la planta baja se encuentra lo que fue la residencia de Maximiliano I y su esposa Carlota. Si se asciende al piso superior, encontramos un espacio que recrea el periodo en el cual el Duque Amadeo d’Aosta vivía allí, permaneciendo unos siete años. En este tiempo, realizó algunos cambios a las habitaciones al nuevo estilo de su época.
Cabe destacar que durante algún tiempo el Castillo de Miramar fue utilizado como un museo y es por ello que hasta el día de hoy conserva una muy valiosa colección de jarrones orientales. Quienes quieran disfrutar de este invaluable museo, podrán dar un vistazo a las habitaciones del archiduque y su esposa. En la sala de información, los visitantes conocerán la historia de la la construcción, tanto del castillo como del parque. También verán las habitaciones en las cuales residió el duque Amedeo d’Aosta alrededor de los años ’30. Los muebles conservan el estilo racionalista, de moda en esa época. Otro de los aspectos muy importantes es que las habitaciones están bien conservadas, con sus muebles originales, adornos y demás objetos.
Uno de los recintos del castillo que merece ser mencionado es el salón de música, en el cual Carlota entrenaba para tocar el piano. En otra de las salas se exhiben pinturas de César Dell’Acqua. Estos frescos representan la historia de la propia Miramar. También se muestra el Salón del Trono, recientemente restaurado. Así que si estás por viajar a Italia, debes conocer el espectacular Castillo de Miramar, no te arrepentirás. A la vuelta, no olvides dejar tus comentarios.