¿Te interesan los museos? Si es así el viaje que realizaremos hoy te parecerá sumamente interesante, vamos a conocer uno de los museos que recuerda uno de los terribles seísmos que azotó a Japón. Seguramente recuerdes el accidente nuclear que sucedió en Fukushima en la década de los 80 del pasado siglo XX. Así es, el sábado 26 de abril de 1986 se realizaron diferentes pruebas de simulación de un corte eléctrico en la central nuclear de Chernóbil, la cual en ese entonces pertenecía a la Unión Soviética. Las maniobras provocaron un sobrecalentamiento del núcleo del reactor número 4, lo cual provocó una de las catástrofes medioambientales más grandes y terribles de la historia moderna.
Por causa del hermetismo que envolvía a la URSS la noticia se conoció recién unos días después de que sucedió. Por causa del accidente mismo más de una treintena de personas perecieron, sin embargo la cifra de personas fallecidas por la exposición a la radiación es posible que nunca se pueda llegar a cuantificar. Las primeras medidas tomadas fueron el aislamiento y la evacuación de la zona limítrofe a la central nuclear, en este lugar habitaban miles de personas, ya que el radio aproximado era de una treintena de kilómetros, lo cual aún sigue vigente. Además de esto se realizaron tareas de descontaminación utilizando a más de medio millón de soldados que se vieron, de una u otra forma, afectados por los altos niveles de radiación imperantes en la zona.
Un caso célebre es el de Pripyat, una ciudad que se encontraba dentro de este radio y tuvo que ser evacuada por completo de forma precipitada. Más de 40.000 personas dejaron sus hogares atrás para no volver nunca más, es por esto que aún se pueden observar platos aún colocados sobre las mesas, aulas escolares con libros sobre los pupitres, mobiliario, objetos personales y otros enseres abandonados a su suerte. Como forma de memorial en Kiec se estableció el Museo de Chernóbil. La exposición abrió sus puertas en el año 1992 y ofrece detallada información sobre los motivos que dieron lugar a este gran desastre. Las salas están ambientadas con luz tenue y decoradas de forma psicodélica. Además, podemos ver los efectos de la radiación sobre la población, la flora y la fauna de los alrededores.
Se pueden realizar excursiones guiadas a la zona del accidente, aunque están permitidas de forma controlada y por breves períodos de tiempo, ya que la exposición es muy peligrosa. Uno de estos lugares es el denominado “bosque rojo“, muy afectado al encontrarse rodeando a la propia central, formado por una frondosa vegetación de pinos que murieron en poco tiempo y adquirieron una singular tonalidad rojiza. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de utilidad y puedas visitar el museo en caso de que tengas oportunidad en tus vacaciones.