Hoy queremos dedicar un espacio a hablar sobre un monumento muy especial para la humanidad, se trata del muro de las lágrimas. ¿Alguna vez has oído hablar sobre el mismo? Este monumento ha ganado gran popularidad a través del mundo y es sin duda una de las atracciones que vale la pena visitar, hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre el mismo, ¡presta mucha atención!
Primero que nada, vamos a ubicarnos, esta atracción se encuentra en las Islas Galápagos, específicamente en la isla Isabela, la más grande. En esta podemos disfrutar de variedad de actividades, conocer la fauna y flora del lugar que es muy diversa y hacer un paseo hasta llegar al muro de las lágrimas. Para entender de qué se trata tenemos que hablar un poco sobre historia, durante la Segunda Guerra Mundial la Isla Isabela era una base militar, una vez que esta termino el presidente de Ecuador decidió aprovechar todas las infraestructuras que habían dejado abandonadas en la zona para levantar una prisión. En esta se encerrarían a los presos más peligrosos del país.
Por tanto, la isla se transformó en una colonia penal, se les ordeno a los presos que construyeran el muro de las lágrimas, una pena que para muchos significó la muerte. Existen muchas teorías sobre la función de este muro, hay quienes dicen que era para confinar más a los presos y otros alegan que se trataba simplemente de un modo de castigo. Las condiciones que soportaron los presos al levantar el muro fueron inhumanas y crueles, ya que debían cargar las rocas sin apenas descansos y de grandes distancias. Esta actividad se realizaba sin camisa, al sol y en ocasiones sin alimentos ni bebidas.
Muchas veces el muro tenía que ser reconstruido, ya que se derrumbaba, lo cual también significaba muchos accidentes que supuso la muerte de muchos. La muralla terminada alcanzaba los 100 metros de largo, casi 7 metros de alto y 3 metros de ancho. En 1959 se cerró esta prisión y se puso punto final a esta tortura, de aquí que se diera como nombre “muro de las lágrimas” a esta edificación. La misma permanece en pie hasta nuestros días con mucha vegetación que crece a su alrededor.
El muro se encuentra muy cerca del puerto Villamil y puedes llegar a el fácilmente a pie, en bicicleta o en coche. Aunque, si elijes la primer opción recomendamos que lleves buen calzado. Esto es todo lo que teníamos para contar sobre esta atracción, quizás puedas visitarla en tus próximas vacaciones.